A la edad de 52 años, este hombre dedicaba innumerables horas a la semana al trabajo en la refinería de petróleo, la cual la desarrollaba con el máximo ímpetu con la intención de conseguir ahorrar el dinero que, en un momento de su vida, podría invertir en su negocio. Gracias a este propósito llegó a formar, poco a poco, una gran fortuna de 9.500 millones de dólares.
El emprendedor Todd Graves el creador de la famosa cadena Raising Cane’s no solamente ha triunfado en el mundo de los negocios sino que también da apoyo a causas de su comunidad. Recientemente hizo una donación de 500.000 dólares para la CCA Louisiana, destinada a los futuros cinco arrecifes artificiales en la costa de Grand Isle, Louisiana, de los que uno llevará el nombre «Raising Cane’s Hotel Sid».
La idea que llevó a Graves y a su amigo Craig Silvey a fundar Raising Cane’s comenzó como una propuesta poco habitual, abrir un restaurante en el sur de Louisiana que sirviera exclusivamente tiras de pollo. Este concepto, que puede parecer un sueño visionario, fue muy criticado en sus comienzos. En la universidad el proyecto de Graves recibió una de las notas más bajas dentro de la asignación de negocios de Craig, y cuando fueron a buscar financiación varios bancos les negaron el préstamo correspondiente. No obstante lo cual, a pesar de todos los impedimentos, Graves y Silvey fueron tenaces y llevaron la idea hasta hacerla cadena.
Hoy Graves tiene con Raising Cane’s Chicken Fingers la posición número 107 de las personas más ricas de EE.UU. según Forbes, con un patrimonio de 9.500 millones de dólares.